Huellas

Últimamente está muy presente en mi cabeza lo que pudo ser, lo que no pudo ser, lo que genero sin darme cuenta, lo que genero dándome cuenta, muchas cosas se plantean. Y es que los días avanzan y nuestro accionar deja huellas, firmes y profundas. No podemos borrarlas, están para quedarse, para recordarnos lo que somos, lo que fuimos, y lo que hicimos para ser. Más de uno quisiera cubrir esas malditas huellas, sucias y desprolijas.

Más que pensar dos veces las cosas, deberíamos pensar primero donde estamos parados, porque debajo nuestro ya marcamos algo, y ese algo puede ser un cambio, un progreso. Podemos perseguir nuestras metas, nuestros sueños, aquel motor constructor de una vida. Podemos tirarnos a una pileta y no dejar rastro, estaríamos flotando sin saber dónde aterrizamos, pero abriríamos más puertas, más caminos, más corrientes.
Nunca tuve auto-estima, tire abajo decenas de ideas, proyectos que solo quedaron en el habla y posibilidades que no sé qué huellas podrían haber dejado. Constantemente estamos influenciando, dibujando senderos para nosotros mismos y a gente ajena a nosotros. Es tan larga la travesía, me aterra y me apasiona, pero lo que más me preocupa es no tener tiempo para recorrer todo, todo lo que mi mente puede plantearse.

Ahora mismo estoy actuando en vos, y quizás te dé la posibilidad de pensar… ¿Dónde vas a dejar tu próxima huella?