lunes, 23 de agosto de 2021

Nota #1

Tuve un sueño dentro de una galería céntrica, se encontraba llena de sombras que honorificaban el histograma de una parte de mi vida.

Visualicé a dos sombras que reconocí de inmediato, una era lo que fue mi gran amigo, la otra la que fue mi gran amor.

Tiraba de un carro de cartones, rodeado de una ventisca peculiar, el aire frío de la ciudad en vela me izaba las pupilas.

Sonaron aquellas notas que me prometí componerte pero tu corazón se fragmentaba.

Que te quise no tengo duda, que cometí errores también.

El viejo edificio donde solía ir, hoy ya no está, y los grandes salones lloran una marchita canción, esta en do sostenido menor y el silencio da inicio y final.

Escribí muchos códigos para entenderme, las variables no captaron nunca un poco de mi bienestar o mi anhelo por él.

Los monstruos habitan con nosotros, pero mi luz dentro de ellos.

Quisiera que el fango de mi mente en cenizas se apagara, que los grandes cielos que ventilan mi visión me encomendaran un llanto.

Mi corazón no tiene llaves, vivo en libertad y me anticipo al dolor, vivo por vos y por ellos también.

Se frunce mi rostro y me duele el pecho, es que no pude ver tus acciones.

No logré resolver mi ansiedad, quizás perezca con ella.

Forjé numerosos suspiros pero ninguno captó tu camino.

Pensé que estabas por encima de lo ordinario que preocupa al resto, pensé que habías superado la inmundicia y las resquebrajaduras del alma.

Pinte un óleo basado en tu arte, te robe algunas pinturas con mis retinas, pero los trazos no coinciden, quizás deba otorgarte el poder de juicio.

¿Por qué cuando me acerco me hundo un poco más? No lo interpreto como maldad, pero no entiendo tus ideas.

Creí tener resuelto aquel viejo paradigma que nos movilizo bajo las sábanas, entre tanto fuego a veces se nos ocurrieron grandes ideas.

Amar sin fin, entrelazar fibras, mover nuestros músculos mutuamente.

No puedo llorar, simplemente no puedo. Pero una vez me diste motivos para hacerlo y me ahogué.

Aún continúo vaciando mis órganos.

Me duelen los huesos.

Fui en bajada con los ojos cerrados y llegué a la meta.

Sonreí al sol y aclamé por más de la misma droga.

En una playa nos mojamos los pies y nos dimos un beso.

“La verdadera belleza es una concepción artística que perciben las personas despiertas”.

Clic para agrandar.